La cueva de Salamanca / El viejo celoso / El retablo de las maravillas

¿Qué tienen en común una clase impartida por el Diablo, un marido cornudo y una pareja de pícaros farsantes? El retruécano, el humor y la osadía, además de formar parte de los Ocho entremeses, de Miguel de Cervantes, los cuales serán representados en el marco de la conmemoración por el cuarto centenario de la muerte del de Alcalá de Henares.

La Abadía (Madrid, 1995), compañía emblemática de España, dirigida por José Luis Gómez, venera la palabra y la combina con un sutil trabajo corporal. Su trabajo parte siempre de la investigación hasta culminar en documentos escénicos multidinámicos, como los Entremeses que presentará en Guanajuato, integrados por La cueva de Salamanca, El viejo celoso y El retablo de las maravillas. Un portento teatral donde podemos observar esa multitud, como señala Juan Goytisolo, «de arborescencias, rizomas y plantas adventicias».

Por otra parte, un menú integrado por tres entremeses cervantinos: La guarda cuidadosa, Los habladores y El retablo de las maravillas, acompañados de un prólogo y un epílogo, constituye el banquete teatral que presenta el grupo de teatro de la Universidad de Guanajuato, mismo que viene representando desde hace más de medio siglo en la Plazuela de San Roque de la ciudad minera.

Fiesta popular, cuna y gloria de actores amateurs y profesionales de la Universidad de Guanajuato, los Entremeses, ideados por Enrique Ruelas en 1953, son algo más que una tradición del otoño guanajuatense: son memoria y condición del Festival.