El aspecto de Ara Malikian dista mucho de ser el de un violinista convencional: pelo enmarañado, tatuajes en los brazos, barba oscura de varios meses aferrándose a su rostro. Pero eso es irrelevante frente a la locura que crea con su interpretación en vivo. La pulcritud no es lo suyo. Ara Malikian, el violinista libanés nacionalizado español, deja la perfección en las prácticas en casa y llega al escenario atrevido, irreverente y conmovedor.

Como muchos virtuosos de la música, Malikian empezó desde niño a tocar el violín. Ni la guerra civil en su país natal lo separó de la música, y aunque tuvo una educación estricta y formal, este violinista único se las arregló para privilegiar su personalidad y sus impulsos sobre el escenario.

Intérprete, compositor, presentador de televisión, divulgador de la música clásica entre los niños, Malikian puede presumir de haber tocado en los mejores escenarios del mundo y con las más destacadas orquestas; pero también de ofrecer 450 conciertos al año en más de cuarenta países, de contar con cuarenta discos grabados y de tener su propia orquesta.