Museo Soumaya y Fundación Carlos Slim, en colaboración con el Gobierno de la Ciudad de México, presentan la exposición Salvador Dalí: Sueños urbanos.
Por primera vez, 20 esculturas del maestro español toman la avenida más importante de la capital, para ser disfrutadas gratuitamente por quienes recorran el majestuoso Paseo de la Reforma de la Ciudad de México.
En un mismo espacio conviven el célebre Cristo de Dalí y el monolito mesoamericano llamado Tláloc, que da la bienvenida al Museo Nacional de Antropología. Aquí, piezas inspiradas en la literatura medieval como Lady Godiva con mariposas o San Jorge y el dragón dan cuenta de la atracción del autor español de la persistencia de la memoria por el arte clásico, que se refleja en obras como Venus espacial.
Inmersos en el psicoanálisis, Gabinete antropomórfico y sus cajones dejan al descubierto nuestros secretos más íntimos y perturbadores. Del mismo modo, tiempo y espacio se funden en el Perfil del tiempo. Relojes blandos que se derriten y que no pueden detener la vorágine de la vida cotidiana de la ciudad. Niños, jóvenes y adultos soñarán con Alicia en el País de las Maravillas. En palabras del propio Salvador Dalí: el Surrealismo soy yo.
Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech (Figueras, Cataluña, España, 1904 –1989), mejor conocido como Salvador Dalí. Pintor, escultor, dibujante y diseñador, es uno de los artistas más destacados del siglo XX. Su obra se relaciona con uno de los movimientos de Vanguardia más significativos: el Surrealismo. Antes de 1929 ya había incursionado en el Cubismo, el Futurismo y la Pintura Metafísica. Fue un creador polifacético, excéntrico, indefinible, que hizo de su existencia un gran personaje.
Compartió sus pasiones y deseos con Gala, su mujer, musa y modelo, historia que describe en sus autobiografías La vida secreta (1942) y Diario de un genio (1964). Dalí, amante del arte moderno; el loco perpetuo y seguidor de las teorías psicoanalíticas de Sigmund Freud; tradicionalista y cosmopolita, artífice por excelencia; el exhibicionista de ojos desorbitados, de largos y finos bigotes; el performancero; el paranoico-crítico de delirios; el artista de cultura de masas, fue también un clásico empedernido que gustó de homenajear a grandes autores y temas con creaciones que han marcado a generaciones de personas ávidas de sueños delirantes.