Bernardo Aja, es un fotógrafo hispano-mexicano que está en constante búsqueda del dialogo entre lo que fotografía y sus conceptos e ideales que se muestran constantemente en el discurso de las imágenes. Con constates preocupaciones y debates internos, demuestra una mirada crítica que se sumerge en cada personaje que retrata, creando una distancia intima, demandante e incluyente.
Dentro de sus proyectos personales destaca, EntreMuros y el actual proyecto en desarrollo Tormenta. Podrá verse en el Palacete del Embarcadero de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (Santander, España) a partir del 11 de junio.
Convertirse en un fisgón suena a tarea sencilla, sin embargo, cumplirlo de manera óptima implica mucho empeño, una curiosidad insaciable, una mirada objetiva, una distancia seductora. Un fisgón, que se adentra a las casas, a pasados, a historias ajenas, logra culminar en un proyecto lo que es EntreMuros. Mirar el compilado de fotografías genera inevitablemente, la siguiente pregunta: ¿qué busca Bernardo Aja? Quizá la curiosidad sea el motor más evidente, pero es claro que hay algo más; la teatralidad, la selección de personajes y locaciones nos dan la pauta para encontrar no solo la historia que captura sino la historia misma de Bernardo.
EntreMuros son fotografías que logran introducirnos a dos temporalidades, familias actuales que mantienen auras de siglos pasados, combinando una estética contemporánea con residuos del siglo XIX y XX.
La relación que existe entre los personajes y su espacio íntimo nos revelan el peso de la herencia, el testamento, la perdida, el registro de una generación que esta perdida entre dos muros, entre dos vidas. Personajes que se mantienen insurgentes a lo establecido y que coleccionan inservibles objetos que les permite llevar la vida del presente, un placebo que los mantienen inmersos a una realidad efímera, una vida que cobra sentido a partir de la profundidad de su propia ilusión.
El sentimiento que une a cada una de estas historias y el gatillo que dispara la curiosidad de Bernardo es el sentimiento de nostalgia y melancolía. Retratar el dolor, la angustia, lo que se dejó atrás, las inquietudes que quizá no nos pasaron en carne propia pero queson transmitidas; todo aquello se mantiene a flote dentro de los muros que albergan dichas historias.
Bernardo no se deja deslumbrar por estas clases sociales, sino que interactúa con ellos, se entromete en sus vidas y sus miedos. Es esta intromisión la que logra que se rompa con la lógica del retrato de caballete, creando situaciones teatrales y cinematográficas que muestran algo más que el simple registro; se impone un cuadro de película, un inicio In media res literario, un momento exacto que muestra un secreto.
Estos personajes vulnerables son la carnada, ya que Bernardo se mantiene al resguardo detrás del lente. La cámara le da el pase para satisfacer una búsqueda que germina más allá de sus retratos, la de encontrar un sentido a sus propias inquietudes.
EntreMuros es esa delgada grieta que el voyeur utiliza para mirar a los otros, haciendo de Bernardo sea un inexcusable fisgón.
Organización: Autoridad Portuaria de Santander y Universidad Internacional Menéndez Pelayo
Producción: Autoridad Portuaria de Santander