Un oído solo no es un ser_05: Inmensidades. Salirse del surco con Aliona Pankina (Ru) y Montserrat Palacios (Es)

Un ciclo de conciertos curado por Llorenç Barber

Fecha

Miércoles, 5 de octubre de 2022.

Horario

20:00

Ciclo de conciertos curado por el respetado artista sonoro español, Llorenç Barber (Es) en formato semipresencial, donde disfrutaremos de lxs artistxs mexicanxs en directo con aforo limitado y de lxs españolxs de manera virtual.

Una serie de seis encuentros entre artistas sonoros de México y España que nos permitirá gozar de la diversidad de propuestas y sensibilidades sin buscar crear paralelismos entre unos y otros, pues actualmente la separación de naciones es más una ficción que una realidad gracias, en gran parte, a las redes sociales que han acercado formas y comportamientos. Hoy, desde el sonido del habla hasta los memes son compartidos. Lo que de verdad interesa es perdernos en los detalles, en el tipo de enfoque, en las maneras de ser sonido, en la traducción vital de nuestras realidades complejas, puestas en son, para fertilizarnos y enriquecernos juntos/as.

Como antecedente a este ciclo de arte sonoro, Llorenç Barber refiere “me gustaría dar a conocer un acontecimiento que ya desde los años ochenta nos acerca. Es probable que pocos de ustedes conozcan a uno de los grupos mexicanos -hoy casi olvidado- que bien podríamos calificar de postulantes de un puro arte sonoro. Nacen en 1984 y tienen la osadía de darse un nombre intencionadamente equívoco, me refiero al grupo Música de Cámara, un apelativo que nos retrotrae al romanticismo de los salones de alta clase, pero cuando hurgamos en sus intenciones descubrimos que la anfibia palabra ‘cámara’, se refiere al ojo y a la cámara fotográfica que le permite escuchar el mundo mientras lo mira con cuidado. En efecto, este grupo enamorado del oír es ver, estuvo constituido por el compositor Arturo Márquez, por el fotógrafo Juan José Díaz Infante, y el artista español conceptual e interdisciplinar Ángel Cosmos; quien, cercano a la performance audiovisual y a las músicas gráficas del Grupo Valenciano Actum que yo creé en los años 70/80, trataba de importar todo lo que fuere Cage, Fluxus, improvisación libre, minimalismos, etc. En 1979 Ángel Cosmos se pone en contacto con nuestro Grupo Actum y cuando a comienzos de los años 80 viene a México, se trae consigo la partitura Comic de nuestro compañero, el compositor J. L. Berenguer. Una partitura visiva que consta de viñetas al modo como lo hace aquel juego de la oca de nuestra niñez”.

Una vez en México, y conformado el Grupo “Música de Cámara”, Ángel Cosmos editará la partitura tal cual se concibió en Valencia como modelo y muestra de un tipo de composición gráfica; esto es, sin pentagramas. Solo con imágenes/emblema a interpretar con los ojos y los oídos. Arte sonoro en todo su esplendor.

Un precedente que, modesto, nos acerca y que puede reverdecer apropiándonoslo nosotros los artistas del sonido de ambos lados del charco como señal y estandarte a compartir.

Inmensidades. Salirse del surco

Las vías de la creatividad son infinitas. los clásicos dirían: “admirabilis in viis suis”.  Y quienes hayan frecuentado este ciclo, titulado no por azar, un oído solo no es un ser, lo habrán degustado incluso dentro de lo desaforado de algunas de las propuestas aquí expuestas.

Comencemos citando a los maestros. El gran poeta Rilke en uno de sus Sonetos  a Orfeo afirmaba de este dios: “tú les creaste un templo en el oído”. Mas templado y moderno, Wittgenstein decía que Anton Bruckner componía con el oído interno y no como Brahms que componía con el piano, o Ravel quien componía con la pluma, ambos dos entre humos de tabaco.

Las dos artistas que hoy comparten tarde y propuestas lucen un templo de orfeo en su oído interno, claro que de modos a veces en cruce, y las más de las veces con recursos muy distintos.

Las escuchas que Aliona nos propone piden atender contrastes y claroscuros (a lo Caravaggio) para allí dentro abundar en roces, restriegos, revolcones o retoces, mientras que el sonar de Montserrat escoge empatías de vecindad y alientos suavemente entremezclados y bañados con luces cálidas a lo Chirico o Morandi. Las escuchas aquí piden tiempos difuminados y su ‘tempo’ no toma carrerillas -como en Aliona- sino que se desdibuja y matiza en lentitudes y contemplaciones.

Con todo, ambas artistas del sonar coinciden en partir del axioma – exigente- de que todas aquellas músicas que no problematizan resultan peligrosas. Para ellas sonar es

  1. a) un modo de pensar, y b) un pensar de modos ya muy ‘otros’ pues lo que importa es la irrupción de lo inesperado.

Montserrat y Aliona son ejemplos de sororidad en marcha. Puro caudal que exige presencia y radicalidad en los cambios. Sin decirlo, exigen al igual que aquella sufragista desconocida quien de modo contundente repetía: si la mujer puede morir al cadalso, debe tener el derecho a la presencia y a ser escuchada.

En efecto la voz es también resistencia, pues es la casa de una, su ‘domus’, su dominio privado y su feudo, que nos distingue y nos viste ante nuestros semejantes e incluso ante nuestros vecinos vivos que nos reconocen en ella.

Pero ¿quién son Montserrat y Aliona?

Aliona es y quiere manifestarse como una artista ‘total’ que se sirve – transversalmente – de todo lo que encuentra a su paso para que quienes se acerquen, salgan bañados de modo tal que su concepto de arte quede trastocado. Para ella arte no es esta o aquella disciplina, este o aquel género (por sutil, impresionante y eficaz que sea). Arte, para Aliona es, una encarnación de aquel Gesamptkunstwerk tardo romántico que busca la inmersión del visitante (zambullida tras zambullida) de la que saldrá anonadado, sobrepasado y como ‘bautizado’ de por vida. Nuevamente.

Para Montserrat, etnomusicóloga y cantante de formación clásica, la voz es lo imposible, ese hurgar en el tubo que somos, y que va algo más allá del lenguaje, de las gramáticas recibidas para así descubrir los sonidos escondidos, los que nos habitan sin nosotros saber que los sabemos, y los hacemos posibles con insistencias, riesgos, sorpresas entre huecos óseos, aéreos, etc. En un mundo transitado por prisas y tecnologías, la voz extendida que Montserrat cultiva constituye la perennidad, el sonar que sujeta al sujeto sobre suelo firme.

Hiperalfabetizada en todo tipo de vocalidades, apoyos, empujes, diafragmas, cavidades óseas es desde ahí que Montserrat Palacios viaja por cuantas emisiones heteronormativas es capaz, al tiempo que emparenta el variable color de su emitir con todo lo que encuentra en su entorno: motores, silbos, papeles o plásticos, sean estos de teteras, tubos corrugados, pitos, radiografías, telas, plumas, granos blancos de arroz etc. con los que interacciona creativamente conformando unos ricos ‘dúos’ de muy difuso discernimiento

¿de lo que escucho qué es humano y qué no lo es?

La búsqueda indagatoria que acompaña su salirse del surco para hacer brotar lo intuido, se puebla – en sus performances – de gestos, tensiones, rezumes, y movimientos poético/fantasiosos. Un emitir el suyo que gusta de resbales y glissandi que parecen volar sin empujones ni broncas, sin roces ni fórceps. Un mismo tamiz de calidez lo baña todo.

Montserrat visibiliza su ser música utilizando su rostro y piel toda como soporte para tatuar en ella amables músicas de cutáneos solfeos. Aliona, por su cuenta gusta de vivirse como aparato indagador, que se encierra mediante instalaciones que conforman una rotunda arquitectura -en forma de igloo- que defiendan su muy personal voluntad desnuda de vivir,  pues es el suyo un arte corpóreo cargado de energías, y que se sirve de cuantos resortes le ofrecen los materiales hoy disponibles: instalación, performance, escultura interactiva, cuerpo/voluntad que deviene fuerza en expansión y que se nos ofrece para que ‘entendamos’ las experiencias humanas de “miedo extremo, culpa inoculada, atracción, envidia, satisfacción, victimización, etc.”

Cuando la música de sale del marco, la inmensidad nos acoge. El resto son vislumbres, puro atisbo.

Llorenç Barber

Músico, artista sonoro y comisario de este ciclo

Semblanzas

Aliona Pankina (Rusia/México)

Nuestra cultura ha formateado una percepción donde el arte quedó dividido en distintas disciplinas como: escultura, pintura, música, danza, etc. y el pensamiento racional está totalmente excluido. En el trabajo que propone Aliona esos talentos actúan en sinergia, todas siendo herramientas de un solo aparato indagatorio. 

La violencia y la delicadeza de los movimientos interiores: ¿cómo se convierten en un instrumento sonoro?; ¿pintura?; ¿partitura? ¿Qué se puede hacer ante las fuerzas que amenazan demoler lo conocido, llevarse todos los referentes? ¿Cómo darles vías de manifestación a esas fuerzas reconociéndolas como parte del fenómeno viviente que se es – haciéndolas sonar, cantar, rechinar, rugir, tomar color, textura, forma…! Desde la voluntad que no quiere deshacerse de nada sino entender las experiencias humanas de miedo extremo, culpa inoculada, atracción, envidia, satisfacción, victiméz... 

Se echa a andar toda la maquinaria exploratoria de lo Viviente: pensamientos que suenan, sonidos que no son música sino manifestaciones acústicas, partituras que no son partituras musicales sino reflejos instantáneos de movimientos y sonidos interiores que después se hacen movimientos dancísticos y vocales. Un no-canto que canta, las intensidades que cambian de color, una no-danza que acecha los desdoblamientos de una experiencia.

Entre los movimientos de sacrificar una y otra vez el “yo” y todos los conceptos civilizatorios se abre espacio a la Voluntad Desnuda de Vivir. 

Montserrat Palacios (México/España)

Es performer vocal, cantante, artista sonora y antropóloga sonora, especialista en técnicas extendidas de la voz -es decir- la ruptura con el canto en sentido tradicional, haciendo uso de texturas, tímbricas y registros vocales que sobrepasan las 4 octavas-. Con formación académica en canto por la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes (México) y etnomusicóloga por la Facultad de Música de la Universidad Autónoma de México, es doctoranda en Historia y Ciencias de la Música por la Universidad de Valladolid y doctora PhD Cum Laudem en Artes por la Liberis Artium Universitas (España).

Ha realizado diferentes performances vocales teniendo como escenario tanto Galerías de arte, salas de concierto, tornavoces de iglesias, montes, monasterios y calles, entre los que destacan: Festival Fase en el teatro de la Villa Elisabeth (Berlín), Festival Langen Nacht del Kultur (Kaiserslautern), Gallery Skolka (Praga), Abadia de Götweig (Austria), Parc de la Champagne Pastre (Marseille), Chiesa di San Marcos (Castilgione di Sicilia), Centro Cultural España (México), Sala de las Alhajas, La casa encendida, Teatro de la Abadía, El Matadero (Madrid), MACBA, Museo Picasso, Fundación Joan Brossa (Barcelona), CCCOctubre, Instituto Francés, Centre del Carmen (Valencia), etc.

Desde 1999 ha sido directora musical de los conciertos de campanas del compositor Llorenç Barber en las ciudades de Roma (1999), Cracovia (2000), Niza (2000), Popayan (199,2013), Quito (2002, 2017, 2018), Santo Domingo, Cartagena de Indias (2011), México (2012) Girona, Grenoble, Valparaiso, Morelia (2013), Alba de Tormes (2014) Castiglione di Sicilia y Randazzo (2015) Catania (2016), Burgos (2018), Portugal ( 2016, 2019), La Palma, Gran Canarias, Tenerife, Udine (2020), Oviedo (2021), Lituania (2022) entre otros.

Ha escrito tres libros en torno a la identidad sonora y la memoria histórica en relación con las campanas y, junto con Llorenç Barber escribió La Mosca tras la oreja. De la música experimental al Arte Sonoro en España ed. SGAE. Crea y dirige el Centro de investigación y creación sonora “El cant del cantó”. Es madre de dos hijos.