Museo de sitio

Este espacio museográfico, donde el pasado y el presente conviven para preservar los restos que se suponen del Calmécac –colegio donde eran educados los hijos de los nobles o pipiltin mexicas-, es producto de la colaboración entre el Centro Cultural de España en México (CCEMx) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a cargo de la investigación a través del Programa de Arqueología Urbana del Museo del Templo Mayor.


El museo de sitio CCEMx-INAH muestra al público vestigios y objetos descubiertos en las obras de ampliación del predio que ocupa el Centro Cultural de España entre las calles Guatemala 18 y Donceles 97. El nuevo edificio del CCEMx es un ejemplo de cómo pueden convivir el cuidado del patrimonio y los usos contemporáneos.

Horario: martes a sábados de 13 a 20h y domingo de 10 a 16h 

Visitas a Museo de sitio 

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Más de 7 siglos de ocupación ininterrumpida

El Museo de Sitio fue concebido como una cápsula de tiempo en la que se exponen objetos de valor histórico de las épocas, prehispánica, colonial y contemporánea que integra desde unos basamentos mexicas hasta arquitectura del siglo XXI

El Calmécac, la escuela de los nobles mexicas. 
Los vestigios del Calmécac que se exhiben se sitúan entre los años 1486 y 1519, época de los mandatos de Ahuitzol y Moctecuhzoma II, como tlatoanis de Tenochtitlan. El acceso era por el lado sur de la gran plaza del recinto sagrado, dentro de cuyo perímetro se localiza el CCEMx. A los pies de la escalinata de acceso al Calmécac se encontraron siete almenas que decoraban, según representaciones encontradas en diversos códices, la parte superior del edificio y que fueron presumiblemente retiradas de su localización original para ser enterradas como ofrenda y garantizar su preservación ante una nueva etapa constructiva. Estas almenas, el más importante hallazgo de la excavación, muestran la sección horizontal de un caracol marino. Según la cosmovisión mesoamericana representan el lado terrestre y femenino del universo, símbolo de fertilidad y regeneración, vinculado estrechamente con Ehécatl Quetzalcóatl, el dios protector del Calmécac.