El cielo las estrellas propone un diálogo entre vídeos que miran hacia arriba: The Sasha de María Molina Peiró y Mohave Cruising de Lluís Escartín. No hay recorrido predeterminado: se presentan dos huecos oscuros, dos cubos donde mirar el universo desde el espacio exterior y la tecnología, mirar el universo desde la tierra y cuerpo.

La propuesta puede llamar a una curiosidad sobre la lejanía o el firmamento, sobre la insignificancia del yo, sobre la muerte y el deseo de trascenderla, sobre el tiempo que nos desborda; sobre lo desconocido y la constante búsqueda humana por registrarlo o comprenderlo; sobre la contemplación, la revelación o el misterio. A partir de la experiencia de mirar cada vídeo en cada espacio, se propone un intento de ver más allá. «¿No te conducen a sitios en los que no has estado antes?» —dice Dick en Mohave cruising.

En El cielo las estrellas la circunstancia de no saber, de des-conocer, interesa especialmente porque rebosa de misterio; y dudando sobre el más allá y reconociendo lo misterioso, a veces aparece de cara una cuestión difícil de abordar: la espiritual. En la persecución por atrapar lo que hay más allá, de evidenciar la presencia o ausencia de lo que parece propio de un plano espiritual, Mohave cruising y The Sasha se sirven del vídeo como medio para intentar representar simbólicamente lo que no puede traerse material o experiencialmente a un espacio-tiempo controlados —en este caso, estos dos cubos de proyección.

De la imagen de estos protagonistas asoman también distintas caras del sueño americano, promesa desertada o lograda implícita de un contexto estadounidense compartido por ambas obras. Sin ser medida de mundo, las lógicas imperialistas de este sueño han desparramado ciertos modos globalizados de aspiración a una trascendencia del yo del sujeto contemporáneo. Sin embargo, no es necesario el dominio de una técnica, un lenguaje, el alcance de una posición, el disfrute en la contemplación de estos vídeos o un nivel específico de alfabetización para apreciar lo bello y lo terrible del mundo, para alucinar espiritualmente en la percepción de un más allá, para abrir un canal de indagación de lo misterioso o desconocido.

El cielo las estrellas es un ensayo hacia la contemplación de una realidad inmensa y misteriosa que se hace accesible tan sólo mirando hacia arriba, desde el campo
o la calle. Ahora, afuera. Dos vídeos te toman de la mano y te dicen mira el cielo las estrellas.

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Artistas y obras

Mohave cruising

Lluís Escartín, 2000

Tras ser rescatado de un tornado en medio del desierto por una pareja desconocida, Escartín comienza a grabar desde el asiento trasero del coche. Conduce una mujer y el copiloto es un rudo e inquieto granjero de acento indescifrable. El progresivo atardecer va diluyendo una imagen de por sí ya precaria mientras hablan de coches, de armas, de whisky… pero sobre todo hablan —y se emocionan cuando lo hacen— del cielo y del desierto. Con desconfianza y desdén hacia el ámbito artístico, el refinamiento, las formas de cultura y socialización de élite, el granjero no evita referirse en distintas ocasiones a la cámara y al arte, incluso proponer algunas directrices al autor para intentar capturar la sobrecogedora imagen que ofrece el paisaje. A partir de estos planos robados, Mohave cruising compone una road movie donde las sustancias e imágenes más misteriosas son invocadas a través de su ausencia e indefinición.

Lluís Escartín (Barcelona, 1966)

Fotógrafo y cineasta. Desde que, por accidente, trabajó con Jonas Mekas en Nueva York, cambió la cámara de fotos por una cámara de vídeo. Desde entonces se dedica a viajar por desiertos, selvas y otros lugares desolados. Los distintos movimientos internacionales de su vida le han llevado a ejercer distintas actividades cámara en mano: fundador del Armadillo Productions en Nueva York, conservador de celuloides y fotografía en la selva tropical chiapaneca, reportero de la revolución zapatista o documentalista de la lucha tuareg. En todas sus posiciones se sitúa como un observador del mundo, inquieto y curioso por descubrir, siempre con compromiso poético. Su obra es una composición sin partitura que rompe con los formalismos de la videocreación local.

The Sasha

María Molina Peiró, 2019

En 1972 el astronauta Charles Duke aterriza en la luna en el Apolo 16. Él es el encargado de tomar fotos de la superficie lunar con una cámara de alta resolución. Una etapa histórica de corrupción de las expectativas, certezas y valores de la sociedad moderna occidental convive con la sensación de infinito poder técnico en la carrera por la exploración del espacio. En ese momento, desde la luna, el astronauta es completamente consciente de la historia que está haciendo. A través de materiales de archivos astronómicos y de capturas en Google Moon, The Sasha recompone un viaje y sus archivos, cuestionando la veracidad de la documentación fotográfica mientras investiga la perspectiva humana en la Tierra y nuestra lucha constante con las limitaciones temporales y espaciales. Desde la exploración del espacio al ciberespacio, desde una luna analógica en 1972 a una luna virtual hoy, Maria Molina apela al miedo al olvido en la era digital. El trabajo reflexiona sobre la memoria haciendo cambios de escala que implican dimensiones digitales, históricas, individuales, colectivas, naturales, cósmicas.

María Molina Peiró (Sevilla, 1979)

Artista audiovisual y cineasta española con sede en Amsterdam. Estudió en la Universidad de las Artes de Sevilla, la School of Visual Arts de Nueva York y fue cum laude en el Master of Film de la Netherland Film Academy. Su trabajo se sitúa en la intersección entre cine, arte e investigación. En su obra explora las relaciones entre la historia, la tecnología y la naturaleza a través de formas híbridas (ficción, documental y experimental). Le interesan especialmente las fronteras difusas entre la memoria y la imaginación, lo natural y lo artificial, la ciencia y el misticismo o las entidades vivas y no vivas. Más allá de su práctica artística, ha trabajado como profesora en el máster de cine de la Netherland Film Academy y la Universidad Hanze en Groningen.

Curaduría: HAMACA

Hamaca es una entidad cultural independiente que ha consolidado el archivo referente de audiovisual experimental vinculado al territorio español. Su catálogo de más de 1200 piezas contiene la historiografía más destacada de prácticas monocanal experimentales desde finales de los 60 hasta la actualidad. Operativa desde 2007, es iniciativa de la propia comunidad artística a través de la AAVC y desde su apertura tiene sede principal en Barcelona. Como distribuidora, defiende y promueve la justa remuneración del trabajo artístico.

Por medio de una red de colaboraciones con instituciones y agentes nacionales e internacionales, genera un programa de actividades públicas que pone el foco en el trabajo de comisariado, mediación y apoyo a la producción y estudio del medio. Las producciones del catálogo se dan a conocer en contextos culturales, educativos o de carácter social, contribuyendo así a la puesta en diálogo entre las obras videográficas y sus entornos vivos, y poniendo en valor el medio como una herramienta en la construcción de los imaginarios colectivos.
Partiendo de una lógica de accesibilidad y circulación libre de la cultura, todo el fondo está digitalizado y puesto a disposición para su consulta e investigación a través de www.hamacaonline.net