Durante 9 sesiones, como parte de Desierto, fragmentos para desaparecer. Laboratorio de permanencia… Acciones del cuerpo y su potencia. un grupo de creadoras ha debatido y analizado a la mujer como categoría sexual, propuesta de pensamiento desde Monique Wittig, abriendo posibilidades a vivir un cuerpo desde su potencia y menos desde su estructura en el régimen político heterosexual.

En el laboratorio se acercaron al pensamiento de Leonor Silvestri, Devenir monstruas para experimentar el cuerpo que, en su afectación, logra aumentar su potencia, explorando y experimentando devenires que no se suelen pensar. Devenir monstruas regala la posibilidad de poner atención en el cuerpo sin seguir órdenes de la categoría sexual la mujer. Devenir monstruas para fugar de este mundo de control, huir de las etiquetas y categorías, jugar, experimentar y crear modos de vida que salgan de lo conocido.

Partimos de algunas preguntas que detonaran nuestras exploraciones:

¿Cómo la figura de la monstrura permite pensarse fuera de lo heterosexual?

¿Cuáles son los devenires monstruosos que podemos inventar?

¿Qué es lo que puede el cuerpo de las mujeres en tanto desaparición de su categoría sexual?

¿Cómo inventarse cada vez una otra posibilidad en tanto cuerpas?

¿Cuáles son las potencialidades de un cuerpo destinado “femenino”?

¿Qué puede un cuerpo que toma su propia vulnerabilidad como una forma de resistencia?

¿Cómo es esa resistencia desde y con el cuerpo?

«Generamos un video colectivo como cadáver exquisito, bajo los temas del taller: desierto, cuerpo ponente, devenir monstruas. A su vez es un manifiesto del cuerpo y su potencia según la afectación de cada una de nosotras. Este video es un ejercicio que nos permite articularnos como manada, como jauria de lobas que se lanzaron juntas al desierto para cuestionarse la necesidad de un régimen político que nos construye un SER, un cuerpo, un sentir, unos deseos. Pensamos que salir de ahí es ir a experimentar el cuerpo y devenir en monstruas, capaces de HACER cualquier cosa que el cuerpo pueda. Deseosas de experimentar la carne sin que un pensamiento nos condicione. Este video, es un espacio poético donde nos convocamos juntas, como una sola, como una sola cuerpa colectiva, una sola voz, desaparecer entre todas, enmascararnos juntas».

Desierto, fragmentos para desaparecer

Se presentarán algunos resultados visuales-corporales que generamos desde estos detonantes y se charlará con las creadoras en relación a su proceso. Disfrútalo a través de Facebook live.

Participantes

Déborah Ruce. Deseosa de monstrualizar el cuerpo y deshabitarme a veces cuando me muevo. Fluyo entre las letras, los viajes y la danza.

Jessica Rodríguez. Soñadora, deseante-devoradora. Sueña con irse lejos, pero volver para cada Navidad.

Fernanda Jazmin Calvillo. Sentipensante y exploradora de las experiencias de la cuerpa. Ansiosa de quitarse la piel de un traje que no le queda.

Mer Jara. Soy liviana y con fuego, con agua y silencio. Me mueve mi magma. Quiero habitarme infinitamente.

Frida SR Abarca. Artista visual, gata fiera y bruja de barrio.

Marianna Paez. Musa libre, ser de tierra y fuego, quietud y alas en constante movimiento.

Adil Aranzuvia. Enemiga, Poliformica, viajera de mundos paralelos, estraga de técnicas para escapar un día de la realidad, extranjera en su propia tierra, arromántica, asexual, nada.

Laura Isabel. Ballena deconstruida. Por las noches regreso al océano.

EA Aké. Brote agrio, latente y arqueado, habitante de terreno azaroso.

Igneasea. Desifractiva del camino desértico, acuerpada por la voz de todas las desiertas: una voz del picnic de lobexhunics

Mera. La mera mera que escribe, se mueve y con-mueve desde el ser nómade para devenir fierx, monstrux, mutante… luna cambiante.

Cynthia. Mi nombre significa reina de la luna, cuelgan de mi cuello siete estrellas que honro y protejo. Soy un ser cambiante y curioso, aprendo de la tierra, el agua, el aire y el fuego.

Ludmila Abril. Performancera, desertora de todo, provocativa. chueca y extraña.

Dulce María Vázquez. Xanathdul de sexualidad estereoscópica, participe de aquelarres colectivos, brujas, nahualas y chamanas mis compañeras, todas nosotras, perseguidoras de esperanza en cada lágrima y en cada nombre de las que ya no están y no pueden gritar.

Dafne. Adicta a las letras, deambulera empedernida y encaprichada a seguir descubriendo. Me encuentro en la nada y en el todo. Mi cuerpo se mueve constantemente a lo que traiga la vida.

Aisha. Cuerpo de agua, en deformación constante.

Sonia. Artista intermedial, curiosa de saberes.

Geraldine Ramones. Cantante, compositora de canciones, escritora de poesía, microrelatos y décimas, fotógrafa

Nayeli Benhumea. Gata desertora, pensadora mutante. Me borro a cada instante para potenciar siempre el cuerpo, el hacer íntimo, erótico, pensante y sintiente.