Si bien es cierto que las redes sociales son el escenario de una de las mayores transformaciones culturales, su ambivalencia de amplia cobertura y fugacidad, nos lleva a replantearnos el sentido de lo público, lo privado y cómo emplearlas para la gestión cultural desde un sentido democrático, respetuoso de los derechos humanos y como herramienta para la construcción de procesos culturales.

El gestor cultural es el eslabón que conecta las definiciones institucionales de las políticas públicas de cultura con la sociedad; es un actor interesado en desarrollar actividades comprometidas con el desarrollo cultural de su entorno y los contextos en los que se desarrolla, en ese sentido su interés se basa en el fundamento ético, la incidencia en lo social, el entramado económico y el contenido estético de lo cultural.

Forma parte de este diálogo entre Pedro Kumamoto, diputado en el Congreso del Estado de Jalisco, su práctica como político independiente se sustenta, desde su origen, en el empleo creativo y consciente de las redes sociales; y Liliana López Borbón, gestora cultural independiente, preocupada por ejercer el uso democrático de las redes sociales, no sólo para la promoción o difusión de actividades culturales sino como espacios sociales y comunicativos en sí mismas.

Esta actividad forma parte del Laboratorio de Ciudadanía Digital, una iniciativa creada por el Centro Cultural de España en México, Fundación Telefónica México y el Ateneo Español.